Paso Nuestra Señora de la Antigua

A lo largo de la década de los cuarenta la Hermandad decide acometer la empresa de adquirir dos nuevos Pasos, uno para Nuestra Señora de la Antigua y otro para el Santísimo Cristo de la Salud. En 1945 ya se manifestó claramente y de forma oficial la intención de modificar el Paso de Nuestra Señora de la Antigua, así se decidió atender primeramente a los pormenores de imprescindible necesidad: varal, peana, parihuela, palio y faldones, dejando para el final los respiraderos, según los resultados que arrojase la suscripción económica abierta para tal fin. Asimismo, se eligió el color de la tela para el palio y los faldones, que sería verde esmeralda. Diversas personalidades de la época se constituyeron en benefactores para esta empresa, siendo especialmente destacada la Duquesa de Montoro, que preocupada por este fin colaboró dadivosamente en todo cuanto era necesario.

El nuevo Paso de Nuestra Señora de la Antigua llevaba respiraderos de metal repujado y plateado, obra del orfebre sevillano Juan Fernández Gómez, los cuales costaron doce mil pesetas. Asimismo contaba con varales de metal repujado y plateado adquiridos por diez mil pesetas y una peana del mismo metal troquelada (moldeada) que costó mil pesetas, realizada por el también orfebre sevillano Eduardo Seco Imberg. De la misma forma, también pudo estrenar un juego de dieciséis jarras y la pequeña Virgen del Pilar como Virgen-guía para el Paso, costeado todo por los hermanos. La nueva candelería que estrenó el Paso en 1947 también fue costeada por la Duquesa de Montoro.

Pero todavía quedaba un proyecto que, relacionado con el Paso, era necesario llevar a cabo: Nuestra Señora de la Antigua necesitaba un palio. En el Cabildo General de Elecciones del 4 de abril de 1948 la Junta de Gobierno ya estaba estudiando algunos proyectos y para este fin el 28 de mayo del siguiente año se nombró una Comisión “Pro-Palio” para acometer la obra de una forma gradual. Este trabajo fue realizado por las Hermanas del Convento de Santa Isabel de Sevilla que ejecutaron el palio de terciopelo verde bordado en oro, y las puntas de las caídas en malla. Finalmente la orla central del techo de palio fue realizada por Guillermo Carrasquilla en la misma época, culminándose estos trabajos en el Convento de Santa Isabel, sobre diseño de José Fonseca. El motivo que enmarcan los bordados de Carrasquilla es una Inmaculada Concepción tallada en relieve por Rafael Barbero Medina en 1964. En 1984 estos primitivos bordados del palio se enriquecieron en el mismo taller de las monjas del Convento de Santa Isabel.

Nuestra Señora de la Antigua solo disponía de un antiguo manto morado pero al ejecutarse el nuevo Paso, este se le quedó pequeño sintiéndose la necesidad de iniciar un nuevo proyecto, la confección de un manto bordado en oro sobre terciopelo verde para nuestra Madre. Fue diseñado en los talleres de Guillermo Carrasquilla, confeccionado con bordados procedentes del antiguo manto de la Virgen de la Antigua y nuevas piezas realizadas en este taller que enriquecieron el mismo. El año 1954 salió solo bordada la parte central del manto. A los pocos años fue finalizado por las mismas monjas del Convento de Santa Isabel de Sevilla, quienes también realizarían la saya de tisú a juego y completarían el ajuar procesional con una toca de sobremanto bordada en 1985.

En la actualidad podemos contemplar el Paso de Nuestra Señora de la Antigua con las siguientes características: la candelería, peana, candelabros de cola y jarras actuales se deben a la orfebrería de Hijos de Juan Fernández, quienes elaboraron estos enseres hacia 1970 aproximadamente. De los mismos son los nuevos respiraderos estrenados en 1988 en cuyo frontal hay una imagen en plata de ley de la Patrona de Olivares, la Virgen de las Nieves, que fue donada por un grupo de hermanos y hermanas devotos. El juego de varales es obra de Orfebrería Villarreal realizados en 1991. Nuestra Señora de la Antigua posee una magnífica corona de salida realizada por Manuel Seco Velasco en 1967 donada por un antiguo Hermano mayor, don Manuel Cedillo y García de Villegas.

Aunque de momento se mantienen los bordados del palio ejecutado en el Convento de Santa Isabel, en 2013 fueron aprobados en Cabildo General nuevos proyectos de renovación de todos los bordados del Paso de palio de Nuestra Señora de la Antigua. Dichos proyectos fueron diseñados por Francisco Javier Sánchez de los Reyes procediendo al diseño de nuevo manto, techo de palio y bambalinas, pretendiendo sobre todo enriquecer el conjunto y a la vez que no perdiera su identidad.

El 22 de marzo de 2015 se presentó y bendijo la primera pieza de este proyecto de renovación, un nuevo manto sobre terciopelo verde para Nuestra Señora de la Antigua, que bajo diseño de Francisco Javier Sánchez de los Reyes fue realizado en el Taller de doña Charo Bernardino con piezas en su mayoría bordadas en oro fino y otras bordadas en plata, que se complementan y ponen en valor unas a otras, así como piezas ejecutadas en sedas de colores.

Paso Nuestra Señora de la Antigua

A lo largo de la década de los cuarenta la Hermandad decide acometer la empresa de adquirir dos nuevos Pasos, uno para Nuestra Señora de la Antigua y otro para el Santísimo Cristo de la Salud. En 1945 ya se manifestó claramente y de forma oficial la intención de modificar el Paso de Nuestra Señora de la Antigua, así se decidió atender primeramente a los pormenores de imprescindible necesidad: varal, peana, parihuela, palio y faldones, dejando para el final los respiraderos, según los resultados que arrojase la suscripción económica abierta para tal fin. Asimismo, se eligió el color de la tela para el palio y los faldones, que sería verde esmeralda. Diversas personalidades de la época se constituyeron en benefactores para esta empresa, siendo especialmente destacada la Duquesa de Montoro, que preocupada por este fin colaboró dadivosamente en todo cuanto era necesario.

El nuevo Paso de Nuestra Señora de la Antigua llevaba respiraderos de metal repujado y plateado, obra del orfebre sevillano Juan Fernández Gómez, los cuales costaron doce mil pesetas. Asimismo contaba con varales de metal repujado y plateado adquiridos por diez mil pesetas y una peana del mismo metal troquelada (moldeada) que costó mil pesetas, realizada por el también orfebre sevillano Eduardo Seco Imberg. De la misma forma, también pudo estrenar un juego de dieciséis jarras y la pequeña Virgen del Pilar como Virgen-guía para el Paso, costeado todo por los hermanos. La nueva candelería que estrenó el Paso en 1947 también fue costeada por la Duquesa de Montoro.

Pero todavía quedaba un proyecto que, relacionado con el Paso, era necesario llevar a cabo: Nuestra Señora de la Antigua necesitaba un palio. En el Cabildo General de Elecciones del 4 de abril de 1948 la Junta de Gobierno ya estaba estudiando algunos proyectos y para este fin el 28 de mayo del siguiente año se nombró una Comisión “Pro-Palio” para acometer la obra de una forma gradual. Este trabajo fue realizado por las Hermanas del Convento de Santa Isabel de Sevilla que ejecutaron el palio de terciopelo verde bordado en oro, y las puntas de las caídas en malla. Finalmente la orla central del techo de palio fue realizada por Guillermo Carrasquilla en la misma época, culminándose estos trabajos en el Convento de Santa Isabel, sobre diseño de José Fonseca. El motivo que enmarcan los bordados de Carrasquilla es una Inmaculada Concepción tallada en relieve por Rafael Barbero Medina en 1964. En 1984 estos primitivos bordados del palio se enriquecieron en el mismo taller de las monjas del Convento de Santa Isabel.

Nuestra Señora de la Antigua solo disponía de un antiguo manto morado pero al ejecutarse el nuevo Paso, este se le quedó pequeño sintiéndose la necesidad de iniciar un nuevo proyecto, la confección de un manto bordado en oro sobre terciopelo verde para nuestra Madre. Fue diseñado en los talleres de Guillermo Carrasquilla, confeccionado con bordados procedentes del antiguo manto de la Virgen de la Antigua y nuevas piezas realizadas en este taller que enriquecieron el mismo. El año 1954 salió solo bordada la parte central del manto. A los pocos años fue finalizado por las mismas monjas del Convento de Santa Isabel de Sevilla, quienes también realizarían la saya de tisú a juego y completarían el ajuar procesional con una toca de sobremanto bordada en 1985.

En la actualidad podemos contemplar el Paso de Nuestra Señora de la Antigua con las siguientes características: la candelería, peana, candelabros de cola y jarras actuales se deben a la orfebrería de Hijos de Juan Fernández, quienes elaboraron estos enseres hacia 1970 aproximadamente. De los mismos son los nuevos respiraderos estrenados en 1988 en cuyo frontal hay una imagen en plata de ley de la Patrona de Olivares, la Virgen de las Nieves, que fue donada por un grupo de hermanos y hermanas devotos. El juego de varales es obra de Orfebrería Villarreal realizados en 1991. Nuestra Señora de la Antigua posee una magnífica corona de salida realizada por Manuel Seco Velasco en 1967 donada por un antiguo Hermano mayor, don Manuel Cedillo y García de Villegas.

Aunque de momento se mantienen los bordados del palio ejecutado en el Convento de Santa Isabel, en 2013 fueron aprobados en Cabildo General nuevos proyectos de renovación de todos los bordados del Paso de palio de Nuestra Señora de la Antigua. Dichos proyectos fueron diseñados por Francisco Javier Sánchez de los Reyes procediendo al diseño de nuevo manto, techo de palio y bambalinas, pretendiendo sobre todo enriquecer el conjunto y a la vez que no perdiera su identidad.

El 22 de marzo de 2015 se presentó y bendijo la primera pieza de este proyecto de renovación, un nuevo manto sobre terciopelo verde para Nuestra Señora de la Antigua, que bajo diseño de Francisco Javier Sánchez de los Reyes fue realizado en el Taller de doña Charo Bernardino con piezas en su mayoría bordadas en oro fino y otras bordadas en plata, que se complementan y ponen en valor unas a otras, así como piezas ejecutadas en sedas de colores.

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