Una vez finalizado este atípico Jueves Santo, la Junta de Gobierno y Auxiliares quisiera dar las gracias a todos los hermanos y hermanas por la madurez y la comprensión demostrada en el día de ayer.

No fue una día fácil para nadie pero, por encima de todo, debía prevalecer el sentido común y el nombre de esta Hermandad. La Junta de Gobierno y Auxiliares tiene la obligación de conservar el gran patrimonio humano y material que nos legaron nuestros mayores, para así transmitirlo intacto a las nuevas generaciones.

Pese a todo ello, para llegar al Jueves Santo hemos recorrido un largo camino de trabajo y sacrificio de muchas personas. Muchos han sido los hermanos y devotos anónimos que durante meses han dado lo mejor de sí para que Nuestros Sagrados Titulares lucieran esplendorosamente. Por ello nos gustaría agradecer a:

A nuestros hermanos nazarenos, grupo de acólitos y monaguillos por su saber estar, dando ejemplo público de fe y compromiso.

A nuestros hermanos Capataces, contraguías y costaleros por su preparación y entrega en los ensayos con el único objetivo de llevar la fe por las calles de Olivares.

Al grupo de Diputados de Tramo, por su entrega y trabajo, por preparar minuciosamente cada detalle, poniéndose al servicio del resto de hermanos y siendo así los verdaderos artífices de que la Hermandad se hubiera convertido en Cofradía en la calle.

Al grupo de Priostia y Auxiliares por su magnífico trabajo desarrollado, siempre para que nuestros Titulares luzcan con luz propia.

A todos los hermanos y hermanas que participaron en la tradicional pedida, sobreponiéndose a una mañana de lluvia y viento que, gracias a su esfuerzo y fuerza de voluntad, quedará en anécdota memorable.

A la Banda de Cornetas y Tambores Santísimo Cristo de los Remedios y a la Banda de Música Santa Ana de Dos Hermanas por su predisposición y cariño para poner sus acordes musicales tras nuestros Titulares.

Al Excelentísimo Ayuntamiento de Olivares y las fuerzas de seguridad y orden público, por su colaboración, para nuestra Cofradía hubiera recorrido las calles de nuestro pueblo con la mayor dignidad posible.

A todo el pueblo de Olivares, por sentirse crucero cada Jueves Santo.

Gracias a todos, hermanos, por conservar este tesoro de devoción popular que es la Hermandad de la Santa Vera Cruz y por entregar parte de vuestras vidas para enriquecerla cada vez más.

Los Hermanos de la Vera Cruz sois un ejemplo público de fe: con vuestra actitud habéis dado muestras de amor a Dios y a la Santísima Virgen, así como lealtad y compromiso hacia nuestra Institución.

JUNTOS hemos sabido convertir el Jueves Santo en una oración común. Porque nos sentimos y somos herederos de una forma de entender la Estación de Penitencia, de entender que Ellos son los primero, y después viene lo demás.

Queridos Hermanos, gracias por vuestra prudencia, saber estar, sentido de representatividad y mesura en el sacrificio.

Y sobre todo gracias por esa oración común en la noche de ayer.

La Junta de Gobierno y Auxiliares.