NuestroPadre Jesús Atado a la Columna es una talla que representa al Divino Redentor en el Misterio de su Sagrada Flagelación. La imagen del Señor aparece maniatada junto a una columna de fuste alto, con el cuerpo ligeramente inclinado hacia la izquierda puesto que adelanta el pie izquierdo que apoya en la basa de la columna. Destaca la enorme expresividad de las manos en las que se aprecia la crispación y el dolor por los azotes recibidos. El cuerpo se cubre con un amplio y complejo sudario recogido mediante dos nudos de una gruesa soga a la altura de ambas caderas.
NuestroPadre Jesús Atado a la Columna es una talla que representa al Divino Redentor en el Misterio de su Sagrada Flagelación. La imagen del Señor aparece maniatada junto a una columna de fuste alto, con el cuerpo ligeramente inclinado hacia la izquierda puesto que adelanta el pie izquierdo que apoya en la basa de la columna. Destaca la enorme expresividad de las manos en las que se aprecia la crispación y el dolor por los azotes recibidos. El cuerpo se cubre con un amplio y complejo sudario recogido mediante dos nudos de una gruesa soga a la altura de ambas caderas.
Nuestro Padre Jesús atado a la Columna es una escultura de bulto redondo de contrastada e indudable calidad artística, de estilo puramente barroco, lo cual se aprecia tanto en el meticuloso estudio anatómico, con un marcado escorzo y las espectaculares heridas de la espalda, así como en la policromía de una gran riqueza cromática.
Nuestro Padre Jesús atado a la Columna es una escultura de bulto redondo de contrastada e indudable calidad artística, de estilo puramente barroco, lo cual se aprecia tanto en el meticuloso estudio anatómico, con un marcado escorzo y las espectaculares heridas de la espalda, así como en la policromía de una gran riqueza cromática.
La imagen fue restaurada en el año 2009 y según los restauradores de la empresa “Proarte” don Víctor M. Pérez Asencio y doña Mª Luisa Ceniz Gómez, puede enmarcarse cronológicamente en el siglo XVIII, atribuyéndose a Pedro Duque Cornejo, nieto de Pedro Roldán y sobrino de Luisa Roldán, conocida popularmente como “La Roldana”, sin que se haya podido concretar ningún dato más en este sentido. Sin embargo, historiadores del arte como Romero Torres y Torrejón Díaz, en un estudio sobre las imágenes de Cristo atado a la Columna, hacen referencia a la imagen olivareña poniéndola en relación con la obra del escultor Francisco Antonio Ruiz Gijón debido a la columna de fuste alto y a los rasgos formales de la imagen.
La imagen fue restaurada en el año 2009 y según los restauradores de la empresa “Proarte” don Víctor M. Pérez Asencio y doña Mª Luisa Ceniz Gómez, puede enmarcarse cronológicamente en el siglo XVIII, atribuyéndose a Pedro Duque Cornejo, nieto de Pedro Roldán y sobrino de Luisa Roldán, conocida popularmente como “La Roldana”, sin que se haya podido concretar ningún dato más en este sentido. Sin embargo, historiadores del arte como Romero Torres y Torrejón Díaz, en un estudio sobre las imágenes de Cristo atado a la Columna, hacen referencia a la imagen olivareña poniéndola en relación con la obra del escultor Francisco Antonio Ruiz Gijón debido a la columna de fuste alto y a los rasgos formales de la imagen.
Se incorporó a la Hermandad en el siglo XX proveniente de la Colegiata, donde ocupaba retablo propio, pasando a ser titular de nuestra corporación. Se halla en el altar lateral del lado del Evangelio de la Capilla y solo procesionó en el año 1946 junto con el Santísimo Cristo de la Salud y Nuestra Señora de la Antigua.